5th June 2012
El futuro que queremos se decide este mes
Por Patricia Iturregui, Asesora en Seguridad Climática y Energía de la Embajada Británica
El 5 de junio es el Día mundial del medio ambiente, pero en este 2012, el mes de junio será muy especial: del 20 al 22 de junio se realizará la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo sostenible conocida como Rio + 20. Habiendo transcurrido veinte años de Rio, donde se adoptaron estratégicos tratados internacionales clave (diversidad biológica y cambio climático) y el plan de acción ambiental más integral de la historia (Agenda 21), esta Conferencia, aglutinará a la sociedad civil y representantes gubernamentales del mundo para definir el futuro que queremos para el mundo. Colombia con el apoyo de Perú está proponiendo al mundo objetivos de desarrollo sostenible que reemplacen a los objetivos de desarrollo del milenio. Del 16 al 19 de junio se realizarán diálogos de la sociedad civil y empresas con trayectoria demostrada de su responsabilidad ambiental para proponer medidas concretas a los Jefes de Estado.
Oficialmente, los dos grandes temas de la Conferencia son:
- la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, y,
- la institucionalidad para el desarrollo sostenible.
El Presidente Ollanta Humala ha confirmado su presencia con el Ministro de Ambiente de Perú Manuel Pulgar Vidal así como el Canciller Rafael Roncagliolo.
A título personal, en el tema institucional, soy una convencida de la necesidad de contar con una Organización Mundial del Ambiente, que contrapese la labor de la Organización Mundial del Comercio. Esto podría y debería adoptarse en Río para asi hacer posible el futuro que queremos. Cuáles son los argumentos principales:
- La relación entre la Organización Mundial del Comercio (OMC) y los acuerdos multilaterales ambientales es controversial por naturaleza. El propósito principal de la OMC es eliminar barreras nacionales al comercio internacional de bienes y servicios, mientras que los acuerdos multilaterales ambientales están buscando que los países dicten políticas y medidas que controlen el impacto negativo en las actividades humanas. Para el caso de la Convención de Cambio Climático, en la medida en que el comercio cause una elevación de los gases de efecto invernadero, probablemente llevará a una reducción en el transporte y comercio transfronterizo en el largo plazo, mientras que la OMC busca expandir el intercambio transfronterizo de bienes. A pesar de que ambos enfoques son sustancialmente diferentes, en ambos foros internacionales se hace referencia constante al “apoyo mutuo del comercio y el medio ambiente” según el lenguaje acordado en la Agenda 21 (1992).
- Otra razón es que la Conferencia Ministerial de la OMC tiene facultades para interpretar la relación entre el derecho comercial mundial y el derecho ambiental multilateral, sin tener que lograr acuerdo previo o consulta con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) o peor aun opinión de las conferencias que tienen lugar dentro del marco de los acuerdos ambientales. Peor aún, el organismo de resolución de conflictos de la OMC (Dispute Settlement o DS por sus siglas en inglés) tiene la atribución de resolver conflictos entre Estados a pedido de los mismos, incluyendo un conflicto debido a una medida o política ambiental que provenga de un acuerdo ambiental multilateral. Las sanciones pueden afectar la economía de un país.
- las políticas de la OMC deben ser también objeto de evaluaciones estratégicas respecto de su impacto. El análisis cuidadoso que se realiza en la OMC respecto de las medidas comerciales de los acuerdos multilaterales ambientales no muestra un esfuerzo comparable en acuerdos ambientales.
Nice!
Muy interesante!
El Perú tiene ventajas comparativas claras en un contexto de economía verde, tanto para reducir conflictos como para poner en valor sus recursos.
Dicen muchos que las expectativas para Río son bajas, pero el hecho de que el presidente y dos ministros del Perú conformen la delegación demuestra que el Perú “si la ve”.