24th November 2015 Havana, Cuba
Violencia hacia las mujeres – es su responsabilidad
Para todos los hombres, este blog es para ustedes. Por favor no cierren la ventana, el tab o la página. No miren para otro lado. Manténgase leyendo y cliqueen en los vínculos. Este no es un tema de mujeres, es un tema de hombres. Tienen que entenderlo. Y hacer algo al respecto.
La violencia hacia las mujeres es horrible, brutal, cruel y está expandida. No constituye solamente una violación de los derechos humanos; es una violación de tu esposa, tu pareja, tu hija, tu madre o hermana. Una violación de alguien a quien amas. Tiene que parar. Debes detenerla. Y necesitas decírselo a tus amigos, vecinos, parientes, compañeros de trago y socios de dominó para que la detengan también.
Los hechos hablan por sí solos: 35% de las mujeres y niñas en el mundo experimentan violencia física o sexual, 50% de las mujeres que mueren en el mundo lo hacen a manos de sus parejas o sus familias, 2,6 mil millones de mujeres y niñas viven en países en los que la violación marital no es explícitamente criminalizada, más de 4 millones de mujeres y niñas son víctimas de explotación sexual forzada, 700 millones de mujeres que se encuentran con vida se casaron antes de cumplir los 18 años, 250 millones de ellas antes de los 15. En América Latina y el Caribe, 40% de las mujeres han sido víctimas de violencia sexual y 50% de las mujeres que tienen relaciones íntimas han sufrido violencia psicológica.
Ningún país es inmune. Ni el Reino Unido, ni Cuba, ni ningún otro país. Es un problema global que los gobiernos están tratando de resolver por medio de la mobilización – el 25 de noviembre es el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres – de conferencias, leyes, regulaciones y aplicación de la ley. Por ejemplo, el gobierno británico ha dirigido una campaña global para prevenir la violencia sexual en conflictos armados o para hacerle frente a la mutilación genital. Igualmente ha brindado apoyo en la protección de las mujeres víctimas de violencia doméstica en el Reino Unido y para enfrentar la violencia sexual en sus universidades. En Cuba, la FMC (Federación de Mujeres Cubanas) cuenta con varios centros a lo largo del país en los que las mujeres pueden buscar ayuda. Y Oxfam, con el apoyo del gobierno británico y la ayuda de sus contrapartes cubanas, está trabajando para crear conciencia sobre este tema, y crear capacidades en las provincias de Las Tunas y Pinar del Río.
Pero la verdadera solución a esta terrible tragedia global se encuentra en las casas. Porque es allí donde las mujeres son golpeadas, violadas o donde reciben gritos y donde los niños son abusados y aprenden a ser los victimarios de mañana. La verdadera solución está en las manos y corazones de los hombres. Son ustedes los que pueden marcar la diferencia. Son ustedes los que pueden pensar y actuar de manera diferente, los que pueden evitar ser tan machistas, parar de pensar que tienen el mando y que siempre tienen la razón. Son ustedes los que pueden aceptar que están en una relación de igualdad con su esposa o su compañera y que la manera de resolver cualquier diferencia de opiniones no es con sus puños sino conversando. Ustedes son los que pueden hacer todo esto.
¿Es acaso esto mucho pedir? ¿Se trata realmente de un cambio tan grande? Seguramente no. No cambie y seguirá siendo un cobarde y un acosador. Cambie y le demostrará a todos que es un hombre de verdad.
En mi opinión, el problema de la violencia contra las mujeres es una responsabilidad de todos, incluso de las propias mujeres maltratadas, quienes tienen que ser capaces de denunciar sus casos, y hasta rebelarse de los abusadores. Y las mujeres que nunca han sido maltratadas, ni lo serán; tienen que ser capaces de apoyarlas y orientarlas, ante la sensibilidad de sus problemas domésticos. El papel de nosotros los hombres, quienes no maltratamos a las mujeres, seria confrontar a los abusadores, pero las mujeres tienen que tirar la primera piedra. No creo que los abusadores violentos contra las mujeres, tomen conciencia por si solos.
Es muy interesante ver, como este brote global de violencia contra las mujeres surge; cuando las mujeres se emancipan cada vez más. Al parecer, la impotencia de algunos hombres, quiere hacer prevalecer la ley del más fuerte por la violencia.
En cada país, la escala y magnitud de violencia contra las mujeres es diferente. En el Reino Unido, no creo que sea un problema social generalizado. Habría que analizar cada particular caso. Aquí en estas latitudes, el gobierno y las leyes apoyan y benefician a las mujeres. De hecho, en 2014, la población femenina fue mayoritaria, con 32.928.125 mujeres, lo que supone el 50,76% del total, frente a los 31.947.040 hombres que son el 49,24%, las mujeres se destacan en todos los aspectos de la vida social, económica y política en UK. Como decimos nosotros los hombres: “aquí mandan las mujeres”
En Cuba, el problema de la violencia contra las mujeres viene arraigada por la ignorante cultura machista del cubano, sin embargo ese machismo muchas veces tiene un lado positivo. Los machistas cubanos, como mismo maltratan y limitan a las mujeres, salen en su defensa con pasión, y algunos hasta piden perdón. En muchos casos domésticos de violencia contra las mujeres, el gobierno y las leyes no se pronuncian, a pesar que hay una denunciante. No creo que el gobierno y las leyes en Cuba beneficien y apoyen a las mujeres, más bien las utilizan como una masa trabajadora en defensa de la “Revolución”. Se conocen casos de abusos violentos contra mujeres dirigidos por el gobierno comunista cubano; el caso de Las Damas de Blanco es el más reciente, pero me viene a la mente el caso de la poeta María Elena Cruz Varela, cuando una multitud dirigida por el gobierno la golpeaba, y gritaban: “que le sangre la boca”.
En otras latitudes las cosas son peores, donde las mujeres son atemorizadas y sometidas, donde ni siquiera le permiten manejar su propio automóvil, y mucho menos ser mujer policía, cosas comunes en la vida moderna. Allí la violencia viene arraigada contra ellas, por el subdesarrollo, por tradiciones culturales y dogmas religiosos.
Saludos desde Londres