Por Glatzer Tuesta, Director de Ideele Radio
Mientras escribía esta nota la situación del periodista Romeo Langlois (35), que realizaba una cobertura en el complejo escenario colombiano, era incierta. El gobierno francés aseguraba que ha sido secuestrado por las FARC y en Colombia se hablaba de una desaparición. Sea cual sea la condición, el drama es el mismo y el problema también.
Los escenarios en los que miles de periodistas desarrollan su trabajo son complejos y cada vez más riesgosos. El monopolio de la agresión no está en manos de funcionarios cuestionados, o corruptos mal acostumbrados, sino en sectores diversos. Los poderes fácticos locales vienen generando inusitadas formas de intimidación. El narcotráfico, la tala ilegal, la minería informal, la gran minería, el tráfico de insumos, la trata de personas, etc., en eso parecen tener un denominador común: La prensa libre es enemiga de la corrupción y de la impunidad.
Un aspecto poco discutido – intencionalmente- es la pluralidad en la información y la libre difusión de opiniones. La concentración de los medios sigue siendo el principal revés contra un esforzado sector de la prensa que se ve privado de acceder a publicidad estatal o privada, a fuentes oficiales, a informaciones relevantes, y a formalizarse debido a un costoso y burocrático procedimiento. Esto también impide que voces y sectores disonantes se expresen y en consecuencia sean tomados en cuenta. Es por eso que internet y su creciente acogida, se ha convertido en un espacio de intercambio democrático privilegiado que empieza a convertirse en el blanco de quienes codician la oscuridad. En el Perú blogueros exitosos han sido víctimas de inéditas sentencias judiciales y la relatoría de libertad de expresión de la CIDH, reporta cada vez más casos de esta naturaleza. Por eso resulta pertinente lo dicho por el Ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague cuando sostiene que “Debemos asegurar la protección de ambas innovaciones, información en línea (internet) y fuera, y la libre circulación de ideas, información y expresión. Estos son piedras angulares de una sociedad estable y próspera”.
Si esto sucede en la zona urbana, hagamos un ejercicio adicional. Extendamos la figura al ámbito rural. Ahí veremos con nitidez que la diversidad de la que hace gala nuestra gastronomía, en la prensa tiene expresiones añejas, pero no trascienden la barrera territorial, y – lo más grave- la barrera lingüística. En la tercera parte del país predominan idiomas diferentes al oficial y no hacemos un intento por comprender lo que ahí sucede. Solo cuando el conflicto acecha volteamos la mirada y nos encontramos con hechos, a veces irreversibles, que de haberse canalizado a tiempo se hubieran resuelto. Un principio básico de una sociedad democrática es dar garantía para informar y escuchar.
La libertad de expresión no es patrimonio de los periodistas sino de la sociedad en su conjunto. Preocupan los altos niveles de denuncias y enjuiciamiento a líderes sociales, que equivocadamente son perseguidos bajo la idea de que eso disminuirá los conflictos. Se sacrifica la verdad y se descalifican voces (con las que podemos discrepar), pero que pueden estar dando los síntomas o quizá describiendo plenamente alguna grave enfermedad.
La transformación de la sociedad requiere de una manera distinta de relacionarnos y salvaguardar en cualquier circunstancia la libertad de prensa como la principal garantía de que democracias todavía débiles e incipientes, avancen y no reciban golpes severos.
NOTA :
Cada 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Su tema central este año es “Nuevas voces; libertad de prensa ayudando a transformar las sociedades”. Este día busca conmemorar los principios fundamentarles de la libertad de prensa y llamar la atención sobre las amenazas (tanto las nuevas como las permanentes) a esta libertad. También busca honrar a los periodistas y activistas de la libertad de prensa que ponen en riesgo su seguridad y su vida para asegurar el acceso del público a las noticias y a la información.
Las opiniones vertidas en los blogs de nuestros invitados no necesariamente reflejan la posición de la Embajada Británica en el Perú.