27th April 2012

“¿El mercado o el Estado? Elinor Ostrom y las soluciones panacea”…

Patrick Wieland, Chevening Alumni

Estudiar en el Reino Unido y en la Universidad de Oxford me ha permitido participar en eventos académicos de gran nivel. Hace unas semanas tuve la oportunidad de conocer a la Profesora Elinor Ostrom, Premio Nobel de Economía 2009, a raíz de una conferencia que dictó en Oxford. Previamente a su ponencia sobre el manejo de los bienes comunes, la Profesora Ostrom conversó con un grupo de estudiantes de la universidad en una sesión pequeña e informal. Para quienes hemos leído su obra, la posibilidad de conocerla en persona era, por sí misma, invalorable. Fue muy grato descubrir que, a pesar de la fama y el reconocimiento mundial del que goza, la es una persona sencilla, accesible y divertida.

El trabajo de la Profesora Ostrom es relevante para mi proyecto de investigación en Oxford. Actualmente estoy escribiendo un artículo que critica el documental de Hernando de Soto titulado El Misterio del Capital de los Indígenas Amazónicos (2009). En dicho documental, de Soto propone como “única” salida para el desarrollo de la Amazonía la conversión de la propiedad comunal en propiedad privada (individual) y la creación de “empresas nativas” siguiendo el modelo aplicado en el Estado de Alaska, en los Estados Unidos. En palabras de la Profesora Ostrom, esta propuesta no es más que una “solución-panacea”; una propuesta facilista a un problema mucho más complejo.

El trabajo de la Profesora Ostrom es muy relevante para países ricos en recursos naturales como el Perú, pero con deficientes niveles de gobernanza, muchas veces sobrepuestos y contradictorios. Su crítica a Garret Hardin, quien señaló que la única solución a la “tragedia de los comunes” es la privatización o el Leviatán, nos propone dejar de lado las respuestas “todo o nada”. En el Perú estamos acostumbrados a que los líderes de opinión y políticos nos propongan soluciones milagrosas a los problemas nacionales. Recientemente, por ejemplo, escuchamos voces que reclaman la privatización del agua y de las cárceles para resolver la crisis en esos sectores. Pero, en realidad, no hay alquimia que valga. Tales propuestas están motivadas más por un sesgo ideológico que por la seriedad de los argumentos.

Es por ello que la Profesora Ostrom se opone a las medidas “blanco o negro”; “el mercado o el Estado”. Por el contrario, sugiere soluciones más matizadas. En algunos casos la privatización puede funcionar; en otros conviene el manejo de los bienes comunes por las comunidades tradicionales; y en otros se requiere la intervención del Estado. En fin, en un mismo país pueden convivir modelos diferentes, no necesariamente las respuestas son universales. Lo importante es experimentar y aprender.

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