En julio de 2011, en una “Declaración de Cooperación Bilateral” los gobiernos británico y cubanos acordaron que los derechos humanos eran una “prioridad para la cooperación”. Ambos países han sido recientemente elegidos por la Asamblea General de Naciones Unidos para el Consejo de Derechos Humanos de ese organismo, por un término de 3 años comenzando el 1 de enero de 2014. El Consejo de Derechos Humanos es el principal organismo intergubernamental responsable de fortalecer la promoción y protección de los derechos humanos alrededor del mundo. Aborda las situaciones de violaciones de derechos humanos, realiza recomendaciones al respecto y tiene el poder de discutir todos los asuntos temáticos y situaciones de derechos humanos que requieran de su atención durante todo el año. El año pasado abordó asuntos tales como el conflicto en Siria, y la protección de los defensores de los derechos humanos y la promoción de la reconciliación y la responsabilidad en Sri Lanka.
Todos los países candidatos al Consejo de Derechos Humanos publican sus compromisos antes de la elección. Los compromisos del Reino Unido se centran en quince aspectos que van desde los derechos de las personas con discapacidad hasta la prevención de la violencia sexual en los países en conflicto y la libertad de religión y de credo. Cuba por su parte reitera su compromiso con la cooperación internacional en la promoción de los derechos humanos y el de continuar trabajando para satisfacer completamente sus obligaciones Internacionales en materia de derechos humanos. Como el Reino Unido, ha enfatizado su determinación en promover los derechos de las mujeres y de los niños, combatir la discriminación a las minorías y el tráfico de personas.
Uno de los mecanismos más importantes del Consejo de Derechos Humanos es el proceso de Revisión Periódica Universal, que examina la situación de derechos humanos en todos los estados miembros durante un período de 4 años. Este sistema único trabaja a través de revisiones cruzadas entre miembros y utiliza un diálogo interactivo entre el estado bajo revisión y otros estados miembros de Naciones Unidas, conjuntamente con informes escritos por el estado en cuestión, el sistema de Naciones Unidas y la sociedad civil, para fomentar la acción con el fin de mejorar los récords de los estados en materia de derechos humanos. Bajo la revision, los países aceptan o rechazan las recomendaciones realizadas por otros. El valor de la Revisión Periódica Universal radica en su naturaleza universal, en su espíritu constructivo y en cómo complementa otros procedimientos. El Reino Unido considera que la Revisión Periódica Universal solamente será exitosa si mejora los derechos humanos de las personas en los países bajo revisión. Eso por su parte significa la propuesta y aceptación de recomendaciones con sentido y la puesta en práctica de estas recomendaciones en los países en los que se enfoca el análisis.
Ambos, Cuba y el Reino Unido, fueron objeto de la Revisión Periódica Universal en años recientes: el Reino Unido en mayo de 2012 y Cuba en mayo de 2013. En la revisión del Reino Unido, Cuba mostró su preocupación porque el informe de país no contenía suficiente información sobre la protección y promoción de los derechos económicos, sociales y culturales, y afirmaba que esos derechos habían sido afectados por los recortes públicos. Cuba añadió que los niños, las personas con discapacidad, las mujeres, los inmigrantes, las minorías y las poblaciones indígenas fueron marginalizadas y puestas en situación de desventaja social de forma sistemática. El gobierno británico aceptó las dos recomendaciones de Cuba de “proseguir los esfuerzos encaminados a luchar contra la discriminación por cualquier motivo y contra la violencia hacia la mujer y la niña” y de “asegurar el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales, en particular a la salud, la educación y una vivienda adecuada”. Aceptamos también recomendaciones de otros países incluyendo, por ejemplo, la de la Federación Rusa de que “tomáramos medidas para reducir el hacinamiento en las cárceles y mejorar las condiciones de los presos” y la de Irán de que “facilitáramos el acceso del Comité Internacional de la Cruz Roja a las prisiones”.
En la Revisión Periódica Universal de Cuba, el Reino Unido acogió con beneplácito la nueva ley de migración al tiempo que mantiene su preocupación sobre la restricción de la libertad de expresión. Aunque Cuba no aceptó las recomendaciones del Reino Unido que incluían el fortalecimiento del derecho a un juicio justo y el mejoramiento de las condiciones de los centros penitenciarios, aceptó la de Eritrea de “fortalecer el ejercicio de la libertad de expresión, reunión, asociación y participación”. Cuba también acordó “mejorar la calidad de las tecnologías de la información y las comunicaciones y el acceso a ellas ” como recomendado por Sri Lanka y la sugerencia de Japón de “mejorar el acceso a Internet”. El gobierno cubano también aceptó la recomendación de Iraq de “adoptar medidas positivas para promover la participación efectiva de las organizaciones no gubernamentales y las instituciones de la sociedad civil en la adopción de legislación para promover los derechos humanos”.
Todos los informes, desde las declaraciones nacionales, los comentarios de la sociedad civil o las preguntas realizadas por otros países, están disponibles en el sitio web de Naciones Unidas en los idiomas de este organismo (E = Inglés, S = Español).
Lo que el proceso de la Revisión Periódica Universal nos muestra es que en el área de los derechos humanos hay aspectos en los que el Reino Unido y Cuba concuerdan y otros en los que disienten. Eso es inevitable. El reto para el próximo año y para los dos próximos años cuando ambos países se sienten juntos en el Consejo de Derechos Humanos, es el de encontrar más aspectos en los que estamos de acuerdo y poner en práctica el compromiso que hicimos en julio de 2011.
Si desea conocer más sobre las discusiones inter-gubernamentales sobre derechos humanos, puede leer el excelente blog escrito por mi colega Bob Last.