Los estudiantes internacionales desempeñan un papel fundamental a la hora de configurar el perfil de la educación superior en el Reino Unido. En el año académico 2014/2015, había 436.585 estudiantes internacionales cursando estudios en las universidades del Reino Unido, convirtiendo así al país en el segundo destino más popular del mundo para los estudiantes extranjeros. Ellos contribuyen a crear un entorno de aprendizaje fértil y por tanto las universidades se toman muy en serio la experiencia del estudiante internacional. Pero esta experiencia también vale la pena para los propios interesados, ya que disfrutan de la oportunidad de aprender de y junto a personas procedentes de otras partes del mundo, con las que pueden intercambiar una amplia variedad de puntos de vista.
Es gratificante ver que los excelentes índices de satisfacción de los estudiantes extranjeros reconocen los esfuerzos realizados por las universidades. Estos índices son muy altos en todos los niveles de estudio y en todos los aspectos (llegada, alojamiento, apoyo y aprendizaje): 89% en el caso de los estudiantes de posgrado, 90% para los de investigación y 91% para los estudiantes de licenciaturas.
Para mí ha sido incluso más emocionante descubrir que los estudiantes internacionales recomiendan activamente la educación superior del Reino Unido por encima de la de otros países de habla inglesa, es decir, Canadá, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.
Las respuestas que recibimos para nuestro estudio, a través de la herramienta International Student Barometer (Barómetro del Estudiante Internacional), indican claramente que los factores más importantes, a la hora de tomar una decisión respecto a dónde ir a estudiar, son la reputación de la institución, los estudios específicos en cuestión y la calidad de la investigación.
Hay instituciones de estudios superiores punteras a nivel mundial tanto dentro como fuera del Reino Unido
Teniendo esto en cuenta, las universidades británicas han ido invirtiendo en los últimos años en la expansión internacional de sus actividades, y muy en especial, en facilitar el acceso a estudiantes internacionales que no pueden permitirse una educación superior en el extranjero.
Es un orgullo para mí ver que, como consecuencia de estas decisiones de desarrollo, la educación superior del Reino Unido es líder mundial en educación transnacional (TNE, por sus siglas en inglés) cuando los estudiantes cursan estudios secundarios británicos fuera del Reino Unido.
Aunque hay unos 250 campus universitarios internacionales repartidos por el mundo, los del Reino Unido tan solo representan el 4-6% de nuestra TNE. La mayor parte de nuestra educación transnacional es el resultado de colaboraciones entre las instituciones británicas y las de los países anfitriones, mediante las cuales cimentamos nuestra capacidad en dichos países.
Un claro ejemplo de éxito es el LASALLE College of the Arts en Singapur, que buscó como socio universitario a la Universidad Goldmisths de Londres cuyas facultades de validación enfocan las artes de una manera similar.
Estas colaboraciones internacionales son necesarias, ahora más que nunca, ya que la demanda de estudios superiores supera con creces a la oferta que existe en los países de rápido desarrollo. Hoy podemos ver cómo la educación transnacional contribuye significativamente a la educación superior en todo el mundo, en un contexto de PIBs y clases medias en auge.
Es realmente sorprendente ver que en estos momentos hay más estudiantes cursando estudios de instituciones británicas fuera del Reino Unido que dentro del mismo. Durante el año académico 2014-2015, había unos 663.915 estudiantes transnacionales en el Reino Unido, es decir, un 13,4% más que en el año académico anterior.
Otro gran logro es que tan solo hay 15 países en el mundo en los que el Reino Unido no facilita algún tipo de estudios superiores. Y en los cinco primeros países donde el Reino Unido proporciona educación transnacional permanecen constantes desde 2011: Malasia, Singapur, Hong Kong, China y Omán son prueba de la gran demanda que hay en el sudeste asiático por la educación superior británica.
Creo que esta tendencia va a continuar, ya que cuatro de cada cinco instituciones de educación superior en el Reino Unido tienen previsto ampliar sus actividades transnacionales a lo largo de los próximos tres años. Las universidades británicas reconocen claramente el potencial de la educación transnacional como factor de expansión en el extranjero, pero también como factor de crecimiento en los ámbitos del desarrollo curricular, resultados materiales y actividades de colaboración.
La educación superior internacional cada vez más cerca de ser una relación de igual a igual entre instituciones
Tiene especial relevancia destacar que la educación transnacional se imparte cada vez más a través de colaboraciones a nivel local, en las que la relación entre las instituciones del Reino Unido y las del país anfitrión es prácticamente una relación de igual a igual, en la que hay un reconocimiento mutuo de los respectivos puntos fuertes.
Por ejemplo, la colaboración entre la Universidad de Liverpool y Shanghái Jiaotong (XJTLU) tiene como objetivo aunar los mejores aspectos de la educación británica y de la china en una universidad nueva y conjunta.
No puedo dejar de subrayar lo crucial que es en China la educación transnacional de cara a nuestra creciente relación bilateral. Recientemente asistí a la cumbre People to People Dialogue para el Reino Unido y China, y los ministros de ambos países reconocieron claramente el gran valor que revisten las colaboraciones tan profundas que se han desarrollado entre las universidades chinas y británicas de cara a impartir una enseñanza de alta calidad.