Ahora que Julie Chappell tristemente ha dejado Guatemala al final de su asignación, yo seré el responsable de actualizar nuestro blog regularmente. He estado en Guatemala desde agosto de 2009 como Jefe de Misión Alterno, pero por los próximos meses seré el Embajador en Funciones –Encargado de Negocios diplomáticamente hablando- hasta la llegada de nuestra nueva Embajadora, Sarah Dixon, en junio. Julie fue una prolífica escritora de blogs, así que espero ponerme a la altura de sus energías ya que tenemos muchas cosas interesantes sobre las cuales conversar. Ustedes también escucharán sobre nuestro excelente equipo en la Embajada, quienes están dispuestos a continuar narrando sus experiencias de trabajo en Guatemala.
Mi primer blog es sobre las Islas Falkland (llamadas Malvinas por Argentina). Está motivado por un reciente artículo publicado en los medios de comunicación guatemaltecos por el “Comité Guatemalteco por las Malvinas” que expresó su apoyo por el reclamo de Argentina sobre las islas Falkland, e hizo un llamado para que los Gobiernos del Reino Unido y Argentina negocien pacíficamente una solución. El comunicado, sin embargo, pasa por alto un elemento crucial sobre la autodeterminación: los habitantes de las islas Falkland son británicos y han decidido permanecer de esa forma.
Estas no son sólo palabras del Reino Unido, pero aquellas mismas de los isleños. Roger Edwards, un político de las islas Falkland, escribió esto el 6 de marzo último:
“La Carta de las Naciones Unidas enaltece el derecho de todas las personas para determinar su propio futuro, un principio conocido como auto-determinación. Es en el ejercicio de este derecho que hemos decidido mantener nuestros vínculos con el Reino Unido. Este es un precepto fundamental ignorado por el gobierno argentino, que niega nuestra existencia como un pueblo, y nos veda el derecho a vivir en nuestro hogar.
No somos una colonia del Reino Unido, sino un territorio británico de ultramar por elección, que es algo completamente diferente. No somos gobernados por Gran Bretaña, tenemos nuestra propia forma de gobernar, exceptuando los asuntos de defensa y relaciones internacionales. Elegimos democráticamente a los miembros de nuestra asamblea –que son electos por las personas de las islas Falkland para que los representen, determinen y administren nuestras políticas y legislación”.
El comunicado del Comité también estipula que el Reino Unido ha militarizado las islas Falkland y podría estar por introducir algún tipo de arsenal nuclear. Las Fuerzas Armadas Británicas tienen la resolución, capacidad y flexibilidad de defender las Islas Falkland si fuera necesario. Necesitamos recordar que hace 30 años Argentina “militarizó” el Atlántico Sur, cuando invadió las islas ilegalmente y sin provocación. Así también, nuestra posición con respecto a las armas nucleares es totalmente clara: no utilizaremos o amenazaremos con el uso de armas nucleares contra estados que no las poseen y que son partes del Tratado Nuclear de No Proliferación.
Queremos tener una relación completa y amistosa con Argentina, como vecinos en el Atlántico Sur y como miembros responsables del G20, pero no negociaremos los derechos humanos y políticos del pueblo de las islas Falkland en contra o a escondidas de ellos. El comportamiento hostil de Argentina y sus intentos de sabotear la economía y estilo de vida de las islas Falkland son deplorables.
La publicación también clama que Guatemala ha sufrido de la política colonial británica. Un asunto que no viene al caso, pero asumo que se refiere a la vigente disputa territorial entre Guatemala y Belice. Popularmente se cree que Gran Bretaña no cumplió su promesa de construir una carretera como parte de un acuerdo con Guatemala en 1849 relativo a los límites de Honduras Británica donde “ambos países acordarían sus mejores esfuerzos” para establecer la ruta más fácil de comunicación desde la costa Atlántica hacia la capital de Guatemala. Sobre este, y otros asuntos, la Corte Internacional de Justicia será llamada a establecer un juicio en el caso que Guatemala y Belice así lo decidan en un referendo que se ha programado para 2013.
Pero para concluir sobre las islas Falkland. El Reino Unido las ha administrado pacífica y efectivamente por cerca de 180 años. Algunos pobladores pueden rastrear a sus ancestros en las islas por nueve generaciones, más allá de lo que algunos sudamericanos pueden decir de sus raíces familiares en sus propios países.
No puede haber negociaciones sobre la soberanía de las islas Falkland mientras sus pobladores decidan permanecer británicos.