El pasado 4 de noviembre tuve el placer de dar una charla sobre la importancia del tema de Empresa y Derechos Humanos en la III Conferencia sobre “Gestión responsable en Derechos Humanos por parte de las empresas”, organizada en Bilbao por Sonrisas de Bombay, Business and Human Rights, The Rights Factory y la Escuela de Negocios de Deusto.
El compromiso del Gobierno del Reino Unido en este ámbito está ampliamente reconocido. Me enorgullece decir que el Reino Unido ha sido el primer país que ha elaborado un Plan nacional de acción para poner en práctica los Principios Rectores publicados por la ONU en 2011.
Por supuesto que queremos que las empresas británicas tengan éxito. Pero dicho éxito ha de ser coherente con nuestros valores -profundamente arraigados- del respeto a los derechos humanos y a la dignidad del individuo. La acción responsable en el ámbito de los derechos humanos por parte de la empresa es positiva no solo porque beneficia a empresas y comunidades, sino porque genera empleo, porque los consumidores cada vez más demandan un comercio justo y porque contribuye a la sostenibilidad del mercado.
Avances en lo que respecta a los planes nacionales de acción:
Los Países Bajos, Dinamarca, Finlandia y recientemente Suecia, han publicado todos sus propios planes nacionales de acción. Muchos otros países se encuentran en estos momentos desarrollando los suyos, entre ellos Estados Unidos, Irlanda, Francia y Alemania.
Desde que se publicara nuestro plan de acción, el Gobierno del Reino Unido ha tomado una serie de medidas para cumplir con sus compromisos. A modo de ejemplo:
- Se hizo una modificación en la Ley de Sociedades para exigir a todas las empresas que cotizan en bolsa que publiquen un informe sobre el impacto de su actividad en el ámbito de los derechos humanos.
- Hemos remitido a todas nuestras Embajadas una guía sobre cómo promover el tema de empresa y derechos humanos y, en concreto, sobre cómo asesorar a las empresas británicas que exportan a este respecto. Yo he publicado blogs en los que hablo sobre la actividad desarrollada por esta Embajada en este ámbito, disponible aquí.
- Nuestra ley sobre nuevas formas de esclavitud, la Modern Slavery Act, que entró en vigor el pasado mes de marzo, aborda específicamente el problema de la esclavitud y el tráfico de seres humanos en el siglo XXI. En ella, existe una disposición que anima a las empresas a tomar medidas para garantizar que sus cadenas de suministro, de punta a punta, no incurran en la esclavitud.
También las empresas están tomando muchas iniciativas. Por ejemplo, se ha publicado material orientativo para el sector de la información y la comunicación, en el que se ofrece asistencia sobre cómo evaluar el riesgo relativo a los derechos humanos al exportar sus bienes y servicios.
El Gobierno del Reino Unido se encuentra en estos momentos en vías de revisar el plan de acción nacional y éste estará actualizado para finales de año. Al igual que ocurrió cuando elaboramos el plan, su revisión se está llevando a cabo en estrecha colaboración con el sector empresarial y la sociedad civil. Desde que se publicara nuestro plan de acción, han surgido nuevas ideas, otros planes de acción nacionales y se han desarrollado unas mejores prácticas que tendremos en cuenta a la hora de desarrollar nuestro plan.
Continuaremos apoyando al Grupo de Trabajo de Empresa y Derechos Humanos de la ONU y animamos a otros países, mediante el ejemplo, a que elaboren sus propios planes. No es un problema que tenga una rápida solución, y aunque hemos logrado grandes avances en estos últimos años, aún queda mucho por hacer.