Hoy, 10 de diciembre es el Día Internacional de los Derechos Humanos.
La semana pasada tuve mucha suerte de poder hablar sobre temas de derechos humanos con un grupo de estudiantes del British Council School. A continuación incluyo un resumen de la presentación que les hice.
El Reino Unido es muy activo cuando se trata de promover los derechos humanos. El Foreign Office trabaja para defender el respeto por los derechos humanos en el mundo entero. Tenemos un enorme Ministerio dedicado a ello. Cuando se dejan pasar las transgresiones a los derechos humanos, tanto nuestra seguridad como nuestra prosperidad sufren también.
En el núcleo de todo lo que hacemos está el sentido de nuestros valores. La política exterior tiene que basarse en valores. Sin ellos, carece de sentido. Y el respeto por los derechos humanos está justo en el centro de los valores que defiende el Reino Unido. La política exterior debería tener como objetivo mejorar la condición humana, no solo reaccionar ante los acontecimientos.
Por lo que, entonces, ¿qué debemos hacer? ¿En qué ámbitos tenemos que trabajar? Nuestros proyectos abordan temas como la prevención de la tortura, la abolición de la pena de muerte, promover la libertad de expresión, también la libertad de culto, lograr la igualdad de sexos, defender la democracia y el estado de derecho.
Prevenir la tortura
El Gobierno está trabajando junto a otros países y organizaciones para prevenir la tortura mediante la financiación de proyectos cuyo objetivo es conseguir unos sistemas de justicia penal más justos. También estamos trabajando en el desarrollo de organizaciones nacionales que puedan supervisar de manera efectiva los centros de detención. El Reino Unido hace campañas para conseguir que los estados firmen, ratifiquen y apliquen la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura y su Protocolo Facultativo, acordados en 2002 y que nosotros firmamos y ratificamos en 2003. También estamos a favor de adoptar medidas contra la tortura a través de campañas bilaterales de lobbying que desarrollen y refuercen los Mecanismos Nacionales de Prevención (organismos nacionales que supervisan los centros de detención), así como de la participación multilateral en la UE y en la ONU, el apoyo práctico y la reforma de la justicia penal.
Abolición de la pena de muerte
El Gobierno trabaja junto a la UE y Naciones Unidas para convencer a otros países de cara a que eliminen la pena de muerte. Esto consiste en poner en marcha proyectos que limitan el uso de la pena de muerte y dar a conocer los casos particulares de ciudadanos británicos que hayan sido condenados a pena de muerte en otro país. Hemos trabajado junto a la sociedad civil y a las organizaciones internacionales para influir en aquellos estados que todavía imponen la pena de muerte. La última votación que se celebró en la ONU reafirma la tendencia global hacia su abolición, votando 111 países a favor de una moratoria universal.
El Reino Unido abolió la pena de muerte por asesinato en 1965, pero hasta 2004 no lo hizo totalmente. La última ejecución se llevó a cabo en 1964. Según Amnistía Internacional, al menos 778 personas fueron ejecutadas en algún lugar del mundo en 2013. De esta cifra se excluye China.
En total, unos 100 países han abolido la pena de muerte. Siete la conservan para crímenes cometidos en circunstancias excepcionales (como por ejemplo, en tiempos de guerra). Otros 48 la permiten para delitos ordinarios, pero o no la han aplicado durante al menos una década y se cree que tienen una política o costumbre establecida de no llevar a cabo ejecuciones, o están bajo moratoria. Cuarenta países la mantienen tanto a nivel jurídico como en la práctica.
Libertad de culto
Hemos tomado medidas a través de proyectos realizados en varios países, a nivel multilateral (resoluciones de Naciones Unidas, defensa a nivel UE), y reuniendo a dirigentes políticos y religiosos para que exalten los beneficios del pluralismo. En 2013, la baronesa Warsi dirigió una cumbre internacional sobre la libertad de culto para profundizar y reforzar el consenso político en torno a la Resolución 16/18 del Consejo de Derechos Humano.
Defender la libertad de expresión del individuo
El Gobierno defiende la libertad de expresión, incluso en internet, y seguirá presionando a otros países que limitan el acceso a los medios de comunicación en la red para que cumplan sus compromisos internacionales en el ámbito de los derechos humanos.
Creemos que el derecho a la libertad de expresión es igual de válido en el ciberespacio que en cualquier otro sitio. Trabajamos junto a otros países para construir un consenso más amplio en torno a la libertad de expresión en la red y para defenderlo contra la represión política que va en aumento.
El Reino Unido se ha unido a Freedom Online Coalition, una coalición de Estados que piensan de manera parecida sobre las violaciones de la libertad de expresión y de otros derechos humanos en internet, y coopera para defender y proteger los derechos humanos en la red.
Igualdad y no discriminación
El Reino Unido trabaja para defender la igualdad, también la igualdad de género, y la no discriminación para todas las personas; para defender los derechos de las minorías y de las lesbianas, los homosexuales y los transexuales; para defender la libertad de culto y de creencias religiosas.
No obstante, no llevamos a cabo esta tarea solos, y además es más efectivo si se hace en colaboración con otros países u organizaciones. Por eso, trabajamos junto a la ONU. El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas es el principal organismo de la ONU para hablar y tomar decisiones en lo relativo a asuntos de derechos humanos.
Trabajamos junto a las principales instituciones de la UE: la Comisión Europea, el Consejo de la Unión Europea (los Estados miembros), el Parlamento Europeo, para defender la igualdad y luchar contra la discriminación. Contribuimos al desarrollo de unos estándares y normas comunes que protejan los intereses del Reino Unido y defendemos las buenas prácticas en el tema de la igualdad.
También trabajamos junto al Consejo de Europa, cuyo propósito es desarrollar unos principios comunes y democráticos basados en la Convención Europea de Derechos Humanos.
¿Qué estamos haciendo en España?
Este año hemos trabajado junto al Gobierno español en tres prioridades: la prevención de la violencia sexual en el conflicto armado, los derechos humanos y la empresa, y la Alianza Internacional de Conmemoración del Holocausto.
Empresa y Derechos Humanos
El Gobierno espera que las empresas británicas operen siempre de manera respetuosa con los derechos humanos. El Reino Unido ha lanzado un plan de acción nacional sobre la empresa y los derechos humanos, convirtiéndose así en el primer país que establece una guía de orientación para las empresas, explicando cómo integrar los derechos humanos en su operativa. En dicha guía, dejamos claro el deber del Gobierno de proteger y promover los derechos humanos en el contexto empresarial, exponemos nuestros compromisos para instar a las empresas a que empleen buenas prácticas, tanto a nivel domestico como internacional, y asesoramos a las empresas británicas para ayudarlas a entender y gestionar el análisis de riesgo en el ámbito de los derechos humanos como parte de su actividad comercial.
Hemos trabajado junto al Gobierno español a medida que desarrollan su propio plan nacional de acción para aplicar los Principios Rectores de Naciones Unidas sobre la empresa y los derechos humanos.
Prevención de la violencia sexual en el conflicto
Este año el Reino Unido organizó una conferencia internacional, la primera de este tipo, sobre la prevención de la violencia sexual en el conflicto. Uno de los peores problemas que plantea la violencia sexual en tiempos de guerra es que es difícil de perseguir y de llevar a juicio.
Tras la conferencia se consiguió aprobar un protocolo que se pondrá en marcha sobre el terreno en zonas de conflicto, con la idea de recopilar pruebas y documentación que se pueda utilizar en una causa para condenar estas atrocidades. En España trabajamos junto a un director de documentales en la promoción de su película sobre este tema, que además se proyectó también en Londres. La Cibeles se tiñó de rosa para aumentar la sensibilización en torno a este tema. Y el año que viene promoveremos la versión en español del protocolo.
Alianza Internacional de Conmemoración del Holocausto
El Reino Unido ostenta la presidencia de la Alianza y el pasado mes de noviembre participamos en una conferencia que se organizó en Madrid sobre el papel que desempeñaron los países neutrales durante el Holocausto. Y el próximo 27 de enero, Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, participaremos en las ceremonias de conmemoración que se celebren aquí en Madrid.
Mi última reflexión es sobre los resultados: los gobiernos tienen que comprometerse con la protección y respeto de los derechos humanos. Pero conseguir cambios con frecuencia requiere más que unas medidas que pueda tomar un gobierno. En el ámbito de los derechos humanos, quizás más que en ningún otro, los políticos, delegados y diplomáticos tienen que trabajar juntos para colaborar con otras personas que estén fuera del gobierno: ONGs, sindicatos, la sociedad civil más amplia, si quieren conseguir un cambio perdurable. Construir coaliciones de este tipo no es fácil. Pero cuando lo conseguimos, podemos lograr cambios duraderos que mejoran la misma calidad de la existencia humana.