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Caminata a El Mirador: canalizando su Indiana Jones interior

Indiana Jones hizo que la arqueología fuera sexy. Aunque en el Reino Unido es difícil replicar ese sentido de aventura alrededor de las excavaciones arqueológicas. Uno de los descubrimientos más famosos en años recientes es el de los restos del Rey Ricardo III (falleció en 1485) – fue descubierto debajo de un parqueo de carros en Leicester.  De alguna manera no es tan exótico como quisiéramos los que queremos ser como Indiana!

Por otro lado, Guatemala, tiene todos los ingredientes correctos:  una antigua civilización Maya que data de más de 2000 años, áreas  remotas de la jungla donde la naturaleza ha re-sellado ciudades completas y la única forma de llegar a ellas es a pie. Qué no podría gustar?

Así, que llenos de entusiasmo por aventura, cuatro de nosotros (mi esposo, nuestro hijo mayor, un amigo francés y yo) nos fuimos el mes pasado a la caminata desde Carmelita hacia El Mirador y Nakbe en el norte de Petén.  Teníamos buena compañía:  tuvimos un guía, una cocinera y un arriero; cuya responsabilidad era cuidar del tren de 5 mulas cargando nuestro equipaje, tiendas de campaña, equipo de acampar, comida y bebida.

Nuestra caminata involucró 6 días de caminata, 5 noches de acampar.  Cada campamento fue en sitios antiguos Mayas – El Tintal (la primera y última noche), 2 noches en El Mirador y una noche en Nakbe.  Cada noche subíamos a un templo o pirámide construido por manos mayas hace más de 2000 años y maravillarnos con la vastedad de la biosfera Maya frente a nosotros; la uniformidad del bosque solamente roto por otras “montañas” las cuales por supuesto no son montañas sino más estructuras Mayas.

El Mirador fue “descubierto” por primera vez por arqueólogos a finales de los 1960s.  Mientras volaban por el norte de Petén, las “montañas” debajo les dio en qué pensar acerca de qué eran realmente, debajo de la espesa selva. El templo más alto de El Mirador y la estructura más grande del mundo en volumen, La Danta, se eleva 72 metros y con una base que mide 300 X 600 metros. Monumental en todo sentido. El Mirador, la Ciudad de la Dinastía Kan, fue abandonada alrededor del año 150 AC, cuando la combinación de destrucción ambiental y asaltos por asuntos de guerras entre tribus del norte (Teotihuacan) y del sur (Tikal) pusieron un final a su esplendor.  500 años después algunos habitantes regresaron pero a vivir no a construir.  Alrededor del año 900 AC, fue abandonada de nuevo.  Muchos expertos mayas creen que esta civilización maya desapareció debido a su sobre-explotación de los recursos naturales en los que confiaban. En efecto, es claro al visitar El Mirador que la construcción a gran escala debe hacer sido una actividad absorbente para sus habitantes.  El famoso frizo (abajo) interpretando una escena del Popol Vuh era parte de una decoración de un lado de sus carreteras.

Frizo en El Mirador

Vista desde La Danta

Hay dos razones para hacer esta caminata – para ver los sitios mayas que de otra forma son inaccesibles y para experimentar la jungla y bosques guatemaltecos de primera mano.  Los sitios son fascinantes, mayormente porque todavía son excavaciones arqueológicas.  Historia pura. No las inmaculadas excavaciones de Tikal.  Su imaginación tiene que trabajar más, pero con los alrededores esto no es difícil.

Excavaciones

Pero la jungla en sí es suficiente razón para hacer esta caminata.  Desde los primitivos rugidos de los monos aulladores al cotorreo de las pericas y los llamados eléctricos líquidos de los pájaros oropendula fabulosamente llamados Moctezuma, es una caminata con un increíble sonido.  El bosque está cambiando constantemente, desde palmas tropicales a maleza y espinas, a altos árboles que recuerdan al bosque europeo de abedules.

Nos maravillamos de los ficus estranguladores, árboles de pimienta y magníficas orquídeas, sin mencionar a la prolífica vida de los insectos – hormigas cortadoras de hojas, cuyos claros caminos en la jungla compiten con cualquier carretera maya, un insecto feroz en alguna tumba maya que nos recordó los momentos más espeluznantes de las películas de Indiana Jones y las omnipresentes garrapatas, de quien todos se preocupan pero que estuvimos muy agradecidos que eran pocas y las mirabas fácilmente!

Orquideas en nuestro camino

Insecto feroz

Fue verdaderamente una experiencia impresionante. Motivo a cualquiera que esté en Guatemala a realizarla.  Es también una sana lección de lo que le pasa a las grandes civilizaciones cuando sobre-explotan su medio ambiente natural.  Una lección que tiene tanta relevancia ahora como lo hizo en el año 150AC.

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